La fuerte inflación que vive Gran Bretaña podría frenarse si la nueva primera ministra Liz Truss ayuda a los hogares y empresas a evitar los crecientes costos de la energía, pero sería pronto para evaluar las tasas de interés, informó el encargado del BoE.
El banco central aceleró el ritmo de aumento de los costos de endeudamiento para limitar el daño a la economía debido que la inflación salto por encima del 10%, mientras esperan que comience una recesión en lo que resta de 2022.
El órgano monetario pronosticó en agosto que la inflación estaría por encima del 13%, y algunos expertos van más allá al proyectar que superará el 20% si los precios de la gasolina, siguen siendo altos.
El panorama podría cambiar si Truss sigue adelante con sus planes de limitar las facturas de energía en los hogares, mientras apoya a las empresas. Truss estará al mando de Downing Street y prometió ayudar al país a superar el impacto de los precios de la gasolina.