Latinoamérica está convirtiéndose en un refugio de estabilidad en medio de la fuerte caída de los bonos en el mundo que son provocados por una guerra que se escenifica a más de 10.000 kilómetros de América Latina.
Los bonos denominados en dólares retornaron 0,4% desde que Putin sello los ataques contra Ucrania en febrero, en comparación con la deuda de Europa y África que perdieron 9,8% y la caída del 3% de los bonos asiáticos, según reporte de expertos de El Comercio Lima.
Muchos inversores acudieron a América Latina en el mes de marzo, dando la espalda a los activos afectados directamente por la guerra. Esto se debe a que Latinoamérica no tienen vínculos comerciales estrechos con Vladimir Putin, además se benefician de los altos precios de las materias primas.
Inflación y Energía
Los altos costos en las materias primas provocó temor por una crisis de oferta desde que Putin ordeno atacar a Ucrania, esto hizo que los inversores tuviera interés en los bonos de los países con mayores recursos naturales en América Latina.
A pesar del aumento en los precios de las materias primas, esto beneficia a los productores de la región, sin embargo existe una mayor inflación. Por esto los inversionistas se ven favoreciendo con los bonos vinculados a la inflación, principalmente porque buscan protección.
Probablemente México y Brasil cerrarán 2022 con una inflación por arriba de los rangos establecidos como meta por sus respectivos bancos centrales, pero en contraste, las expectativas de inflación para los mercados emergentes estarán contenidos.