Varios datos en China sugieren que la economía perdió aún más fuerza en julio, aumentando la presión sobre el crecimiento económico, lo que hizo que las autoridades recortarán las tasas de interés para apuntalar la actividad financiera.
El banco popular recortó de forma sorpresiva las tasas de interés por segunda vez en tres meses, impulsado por la pérdida del repunte económico tras la crisis observada en los mercados financieros mundiales.
La producción industrial mostró un crecimiento de 3,7 por ciento en comparación al año 2022, ralentizándose desde un 4,4 por ciento mostrado en junio. Las ventas al por menor, creció 2,5 por ciento, por debajo del 3,1 por ciento en junio.
Los problemas de las empresas inmobiliarias podrían ser un obstáculo para el mercado de vivienda en el corto plazo, algunos expertos advirtieron que la economía podría entrar en recesión si no se toman medidas de apoyo.
Tras los recortes, los bancos estatales vendieron dólares estadounidenses y compraron yuanes para frenar la caída del mercado cambiario. El persistente obstáculo del sector inmobiliario, sumado a la creciente presión sobre la deuda local y ralentización de la demanda exterior son los principales impedimentos para reactivar la económica en China.
