Las economías Sudamericanas mostraron ser resilientes ante el creciente endeudamiento, inflación e incertidumbre mundial, pero los vientos en contra que provocan el retroceso de los precios de las materias primas, subida de tasas en países desarrollados y la incierta recuperación China podrían ser un nuevo obstáculo sobre las perspectivas de la región.
Según el último informe del Banco Mundial, el cual proyecta que la perspectiva de crecimiento del PBI del país durante 2023 estaría en 2,4 por ciento. Mientras que en la región crecerá 1.4 por ciento este año, mientras que para 2024 y 2025 la tasa probablemente se ubique en 2.4 por ciento.
El ente financiero mundial sugiere que los países deben preservar la resiliencia y aprovechar las oportunidades que ofrecen las tendencias en el mundo hacia la relocalización de empresas e industria verde.
Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente del Banco Mundial para la región de América Latina y el Caribe, cree que los países deben acelerar el crecimiento, para que se beneficien del desarrollo, escenario que deberá mantener la estabilidad para poder aprovechar las oportunidades que da la integración comercial en América Latina.
Según el reciente reporte, la resiliencia se debe en parte al progreso obtenido en la gestión macroeconómica de los últimos 20 años. El reporte sugiere algunas políticas de integración que deberían considerarse como reducir los riesgos, impulsar inversiones en infraestructura y mejorar la educación, entre otras.