La guerra en Europa del Este amenaza con generar inseguridad alimentaria en el mundo debido al papel que Rusia y Ucrania juegan en las exportaciones de cereal y fertilizantes, encareciendo productos, advirtió la FAO.
Qu Dongyu director de la FAO mencionó que las perturbaciones en la cadena de suministro y la logística de producción de ambos países en conflicto, al igual que las restricciones de exportaciones, tendrán una repercusión en la seguridad alimentaria.
PRECIOS UN DOLOR DE CABEZA
Muchos factores están encareciendo los alimentos, cuyos precios emprendieron un movimiento alcista desde 2020 y alcanzaron máximo histórico en el mes de febrero debido a alta demanda, costos de insumos y transporte.
En 2021, el trigo y la cebada subieron 31% y aceites avanzaron 60%. Por otro lado, el precio de la urea, fertilizante esencial, se elevo 300%, debido a la elevada demanda y volatilidad en los costos del gas natural, un verdadero dolor de cabeza para los consumidores en el mundo.
RIESGOS FUNDAMENTALES
La FAO tiene dudas de que los agricultores en Ucrania puedan cosechar y vender productos por los fuertes desplazamientos de la población que huye de los ataques comandados por Vladimir Putin.
Los puertos de Ucrania en el Mar Negro debieron cerrar por el asedio ruso, y el envío por tren es improbable por la ausencia de una red ferroviaria funcional.
Mientras que los puertos rusos, tienen fuertes sanciones financieras provocando una importante depreciación que, de mantenerse, socavaría la productividad y crecimiento y, elevaría aún más los costos de los alimentos.