Ford experimentó un cambio en el precio de sus acciones, mostrando una ganancia de 8,1 por ciento en la semana que finalizó el 03 de noviembre tras un año de pérdidas que rondaron el 14 por ciento.
Este cambio proyecta posibles retornos positivos para la empresa, a pesar de la influencia institucionales que colectivamente poseen una participación del 58 por ciento en la empresa automotriz.
La medición del desempeño frente a los principales índices llevaron a la inclusión de Ford en estos índices. Aunque, existe riesgo de que se produzca una operación de gran afluencia, debido que podrían desencadenarse ventas rápidas si algo salen mal.
Vanguard, el mayor accionista de Ford, posee 8,5 por ciento, mientras que el segundo y tercer accionista poseen 7,6 y 7,0 por ciento, respectivamente. A pesar de estas participaciones, no existe una mayoritaria, debido que de los 25 principales accionistas colectivamente tienen menos de la mitad de las acciones.
La propiedad interna de Ford es sustancial, lo que sugiere una alineación con los intereses de otros accionistas. Los traders minoristas posee una participación del 41% en la empresa, y está compuesto por inversores individuales que pueden influir en las políticas de la empresa.
