Estados Unidos confirmó el retroceso económico vivido durante el primer trimestre de este año, que se ubicó en 0,4% en comparación al trimestre pasado, y elevó una décima el ritmo anual sobre esta caída, que llegó hasta 1,6%.
Según la Oficina de Estadísticas Laborales, el decrecimiento se produjo en un momento de resurgimiento de contagios por la variante omicron sumado a otros factores como problemas de suministro.
Varios indicadores empujaron la caída del PIB en los primeros meses de este año, como exportaciones, que bajaron, al igual que lo hizo el gasto público e inversión privada.
Jerome Powell admitió que las subidas de tasas pueden afectar la económica e incluso al desempleo, pero insistió que la prioridad es contener los altos precios que viven los ciudadanos estadounidenses.