El impuesto británico a las ganancias extraordinarias de productores de petróleo y gas no sería aplicado si los precios retroceden a determinados niveles por seis meses seguidos, según el Ministerio de Finanzas, que espera impulsar la seguridad energética.
El impuesto sobre las ganancias se introdujo en mayo de 2022, tras el aumento de los precios de la energía que fue generado por la incursión militar de Rusia en Ucrania, pero la industria advirtió que el nivel impositivo podría conducir a una reducción de la producción en el largo plazo.
En noviembre la tasa pasó de 25 al 35 por ciento, con la carga fiscal situándose en 75 por ciento. Hasta la fecha se recaudaron 3.510 millones de dólares.
Con los cambios introducidos, el impuesto desaparecería, reduciendo presión fiscal si los precios promedio del petróleo y gas cotizan por debajo de 71,40 dólares el barril de petróleo y 0,54 libras por termia de gas en dos trimestres seguidos.