La inflación subyacente en Japón sigue por encima del objetivo del 2% en el mes de junio fijado por el banco central, aunque el índice que excluye los costos energéticos perdió fuerza, sugiriendo que la presión sobre los precios de las materias primas habría tocado techo.
El crecimiento de los precios de los servicios perdió fuerza en junio, los funcionarios del banco central considerarán que la presión salarial no se acumulado lo suficiente para justificar un ajuste inminente en su política monetaria.
Los datos incrementarán las probabilidades de que el Banco Central revise al alza la perspectiva de inflación para 2023 y 2024, aliviando la presión sobre el ente monetario para empezar a retirar de forma gradual el estímulo monetario.
El índice de precios al consumo subyacente, que excluye los costos de los alimentos, tuvo un incremento de 3,3 por ciento en junio, en comparación al año 2022, igualando la perspectiva del mercado, respecto al 3,2 por ciento registrado en el mes de mayo.
