Varias organizaciones impulsan nuevas métricas para garantizar seguridad hídrica en América Latina, en medio de un escenario de sequías, y revaluación del uso del agua en hogares, empresas y de generación de energía.
Estas organizaciones participarán en la Semana Mundial del Agua 2022 organizada por el Banco Interamericano de Desarrollo, Fernando Miralles-Wilhelm, investigador, destacó que no existe métricas aprobadas por los fondos de agua para monitorear y evaluar el impacto sobre la seguridad del agua.
La seguridad hídrica se define como la capacidad que tiene la población de tener acceso sostenible a cantidades adecuadas de agua de calidad para la sostenibilidad de los medios de vida, bienestar humano y desarrollo socioeconómico.
También se considera necesario la protección contra la contaminación del agua y desastres relacionados con líquidos y preservar los ecosistemas y estabilidad política.
Miralles-Wilhelm detalló que propuso cinco métricas para cuantificar la seguridad hídrica, entre las que está el índice de escasez, seguridad hídrica doméstica, seguridad hídrica económica, seguridad hídrica ambiental y protección contra desastres.
En general, las asociaciones planean supervisar la red de 26 fundaciones de agua en 10 países de América Latina, entre los que están México, Brasil, Colombia, Ecuador, Brasil y Chile.
Moody’s, indicó en un estudio reciente que el cambio climático provocará sequías frecuentes, aumentando el riesgo en las centrales hidroeléctricas de América Latina, que generan 40% de la energía de la región.