El crecimiento del país está influenciado por la dinámica económica mundial. El ajuste monetario en las economías avanzadas, y el conflicto entre Rusia y Ucrania, deterioran las perspectivas de crecimiento y elevan las probabilidades de una recesión en todo el mundo; reflejando una tendencia negativa en los índices de actividad manufacturera en el planeta.
Riesgos sector fiscal
Frente a un menor crecimiento, el precio de los metales presenta un retroceso en los últimos meses. Esto significa un serio riesgo fiscal, sobre todo por el gasto público y exoneraciones tributarias que buscan mitigar el incremento de los combustibles y alimentos.
Pérdida de poder adquisitivo
Los precios altos de los alimentos y energía impactan la capacidad adquisitiva y el consumo de los hogares en el mundo y en Perú no escapamos de esta realidad. Una mayor cotización sobre el maíz y gasolina presiona al alza los precios internos de los alimentos y combustibles.
Además, la tendencia hacia al alza en el sector cambiario; que se aproxima a los S/ 4 por dólar genera presiones extra en los precios de los productos e insumos que vienen del exterior.
En consecuencia, los salarios registran una pérdida de poder de compra cercana al 15% en comparación a los niveles vistos antes de la pandemia.
Desconfianza e inversión
Al entorno adverso que vive el mundo hay que añadirle un ambiente interno deteriorado, que se evidencia en menor confianza empresarial y de los consumidores; sin inversión, no se puede generar empleos de calidad para mejorar la calidad de vida en el Perú.