Vladimir Putin respondió al tope de precios impuesto por Occidente, decretando la prohibición del suministro de crudo y productos petrolíferos a los países que participarán en la decisión, la medida impulsada por el mandatario ruso comenzará a regir desde el 1 de febrero.
El G7, Unión Europea y Australia pactaron limitar a 60 dólares el precio de cada barril ruso transportado por mar a partir del 5 de diciembre debido a la incursión militar rusa en Ucrania.
El decreto señala que se aplicará desde el 1 de febrero hasta el 1 de julio de 2023. Las exportaciones estarán prohibidas, aunque la fecha para la prohibición de los productos derivados del petróleo será anunciada posteriormente.